Friday, August 04, 2006

Auto inglés on the road

Por fin llegó el día... Después de muchos meses de preparación, llega el día en que parto hacia Londres a perderme en esa maraña de españoles, italianos, franceses, chinos... que han ido a hacer las inglaterras.

Cuando volví a España de Irlanda difícilmente podía pensar que volvería a irme..., y a Londres precisamente... Pero claro, todas las mañanas oyendo el anuncio de "autoinglés on the road", que al final acabé por pensar que era la mejor solución.... - este es un blog para todos los públicos y todas las sensibilidades, así que no ahondaré mucho más en el tema -. Más en serio, y sin descartar la nostalgia, espero mantenerme sereno y saber volver a este sentimiento cada vez que me plantee que en España se estaba mejor. Como me decía mi tío-suego en nuestra boda... cada vez que nos planteemos volver a España, lo que debemos hacer es irnos más lejos.

No busco nada en particular; sólo busco tener mejor calidad de vida, que ya es mucho... Lamentablemente en España el trabajo es una moneda de cambio y lo seguirá siendo durante mucho tiempo. Dar y tener trabajo no forman parte de una normalidad, sino de un privilegio. Hay quienes creen que por darte trabajo te están regalando algo; hay quien cree que porque es jefe tienes que aguantar su personalidad irrefrenable; y hay quien cree que si un servicio funciona bien, quizás reduciendo costes también seguirá funcionando bien y la gente pagando igual por el mismo servicio. No, no hablo de nadie en particular, de verdad. Lamentablemente no es algo aislado. Y yo me puedo sentir afortunado porque casi todos (casi) mis jefes han sido una gente magnífica.

Es posible que mientras haya tanto paro, la gente tenga que seguir saliendo de trabajar a horas intempestivas después de haber aguantado vientos y mareas y encima no llegar a fin de mes. Es posible que los españoles tengamos el mal del revanchismo por el cual sólo queremos el poder para poder ajustar las cuentas. No lo sé, pero lo que sé es que, mientras pueda, prefiero cambiar de aires.

Un amigo, el Pats, dice que lo que hay que hacer es quedarse y luchar; yo creo que el problema es que no hay un enemigo concreto. No se trata de cambiar a los políticos, a los sindicalistas, a los empresarios o a los trabajadores. El problema es la mentalidad de "quítate tú para que me ponga yo". Aquí la gente no odia al que tiene el poder porque es un tirano, sino porque no es la tiranía de uno mismo...

¿Que en Inglaterra también ocurre eso con la agravante de que nosotros, como españoles, vamos a estar en el escalón inferior de la escalera? Puede ser, pero tengo ganas de comprobarlo por mi mismo... Desde luego, por mi experiencia laboral en Irlanda puedo decir que ese defecto no lo tienen. Como decía Baltasar Gracián, el mal español es la envidia...

Me ha salido un discurso anarco-sindicalista que puede dar lugar a interpretaciones erróneas. Seguro que discreparía de todos los comentarios que se hicieran en el mismo sentido en otro blog. Además, no me voy por las dificultades laborales. Me voy por un conjunto de razones, entre las cuales está el conocer sitios nuevos, vivir aventuras, abrir caminos nuevos... Y, por supuesto, porque Inés está conmigo. Si no hubiera sido por ella, seguro que la idea me hubiera cruzado la cabeza y se hubiera ido a otra cabeza.

Me voy con mi amor, mi mujer y mi prima... Cada una de esas circunstancias es importantísima y necesaria. Mi amor, a quien quiero de una forma casi infinita. Mi mujer, con quien decidí compartir mi vida presente y futura. Y mi prima, porque seguramente ninguna otra persona podría aguantarme y complementarme tanto como una prima. No conocí apenas a mi abuela Pilar, nuestra abuela, pero seguro que se partiría de risa al vernos; y, en el fondo, aunque no lo reconociera, pensaría que con quién va a estar mejor un nieto suyo que con una nieta suya...

Y termino ya, que me he alargado demadiado... Sé que dejo en Madrid y en España grandísimos amigos y queridísima familia. La despedida ha sido dura; aunque no lo haya demostrado, no significa que no os lleve a todos conmigo. Y estoy seguro de que, esté donde esté, sabréis contar conmigo como yo he contado siempre con todos (los de siempre, los de más reciente incorporación y los que he sumado a partir de Inés - familia y amigos -).

Tomo el camino hacia las inglaterras con toda la esperanza y la ilusión, pero no dejo atrás las españas.