AYER

como aun no tengo nuevas amistades, no me queda más remedio que hablar de mí...

que conste que no pongo música no porque se me haya pasado la vena didáctica insoportable, sino porque la página en cuestión está under construction...pero volveré...

ayer toqué fondo en el starbucks.

no es que pasara nada especial, simplemente, estoy harta. de repente, he recordado por qué dejé la hostelería...y no es porque sea un trabajo físico y mal pagado que no aporta nada. que también. sino por el trato con el público en una posición de absoluta inferioridad y pérdida de derechos.

hay determinadas profesiones que todos respetamos y alabamos, deben ser tan difíciles... se debe ganar tanto dinero...se da por hecho que el que las ejerce es casi un ser supremo, al que no sólo respetamos y obedecemos sino que encima le pagamos una pasta!!!!

en otras, se da por hecho no sólo que eres gilipollas (si no, hubieras encontrado algo mejor, no?) sino que además no sabes hacer tu trabajo (suficiente que se te paga el salario mínimo interprofesional) y cualquiera de los clientes sería capaz de hacerlo mejor.

la hostelería es una de estas profesiones... por alguna razón el cliente asume que no es que tú estés prestando un servicio que él necesita, no, es que él te está haciendo un favor por utilizar tú servicio y no otro, en el transcurso de un día en el que él (ser supremo) va camino de su súper trabajo, ése en el que es un dios, ése en el que cumple una función fundamental para la sociedad (no como tú, claro).

por supuesto, por ello, tiene derecho a comportarse como un auténtico imbécil y tú le debes reir las gracias.

por supuesto, por ello, estoy muy harta y me voy a poner a buscar otro trabajo ya.