Thursday, November 15, 2007

Recuerdo que cuando tenía menos de dieciocho años, los "adultos" decían que "una vez te haces mayor", ya no cambias o te cuesta mucho cambiar... No sé si esos adultos considerarían a una persona de 30 años mayor, o todavía exigirían otros diez años más... Pero en cualquier caso, ahora me doy cuenta de que esa frase venía más de la pereza y del miedo que de la sabiduría..., como casi siempre... En realidad, lo más difícil de crecer es entender lo que te dicen los demás.
Volviendo a Madrid, me doy cuenta de que sigo en un proceso de cambio que probablemente sólo termine cuando muera. Y me doy cuenta de que cada vez mis flancos están más descubiertos, más solitarios.
El otro día le decía a Inés que "me había hecho perder mi base social", porque discrepaba de la gente con la que "naturalmente" me hubiera entendido. Es cierto que Inés ha tenido mucho que ver en ello, pero sobre todo ha sido el hecho de ser capaz de escuchar, analizar y poder incorporar lo que los demás te puedan enseñar voluntaria e involuntariamente.
Pero la evolución no es necesariamente buena. Sigo teniendo muy buenos amigos en Madrid, pero voy perdiendo otros muchos. Y no es por la distancia física, es principalmente por la evolución de las personalidades. He incorporado otros nuevos, pero me da pena ver cómo puedo llegar a ser tan ajeno a personas con las que en otro momento compartí tanto.