Saturday, March 21, 2009

El aliado al que apela el periodista en general y el de investigación en particular, es la opinión pública. Si esta se escandaliza, demandará cambios o ejercerá presión social para que se produzcan y así se arreglará el injusto.

El problema es cuando a la opinión pública no le interesa absolutamente nada, o si le interesa, no se lo cree si no viene de un periodista “de los suyos”. En ese momento todo el trabajo realizado se queda en papel mojado, si es que en algún momento se hizo con la esperanza ilusa de que iba a tener algún efecto.

En Inglaterra ha salido a la luz que un algo cargo de un banco nacionalizado por el gobierno se ha ido de la entidad con una pensión de jubilación multimillonaria,  multiplicaba por dos y libre de impuestos. El tema en sí es un escandalazo. El banquero todavía no ha devuelto su pensión (en sentido estricto, no es un robo), pero el ministro que tiene que comparecer a explicarlo, lo hace sabiendo que hay algo de lo que sentirse avergonzado. Todos los periódicos hablan de ello. Todos.

En España, un Juez de la Audiencia Nacional ha recibido impagos no declarados por dar una serie de conferencias, ha actuado en una situación de clara incompatibilidad cuando debería haberse inhibido, y cuando se investiga por unos cuantos periódicos, El País titula: “El PP ataca al Juez Garzón para tapar su escándalo de corrupción”.

Eso es periodismo. ¡Qué maravilla!