Wednesday, August 09, 2006

Londres no es lo difícil

Londres no es lo difícil

Londres no es lo difícil. Londres es una ciudad preciosa, con un urbanismo cuidado y armonioso. Es una concentración de ladrillo, asfalto, cemento diseñado con estilo durante kilómetros y kilómetros y kilómetros… Es un cúmulo de personas puestas de acuerdo para invadir las calles, el metro, los autobuses, las tiendas. Es una noche iluminada por la infinidad de comercios o una calle oscura porque el Ayuntamiento no ha privatizado el suministro de luz para las calles. Londres se tiende para que personas venidas de todo el mundo la preñen de idiomas, velos, peinados, turbantes, colores y diseños.

Lo difícil es el resto. El dinero que escasea a casi todos los inmigrantes. La incertidumbre del futuro. La nostalgia de la seguridad que ofrece lo conocido. El desequilibrio de lo nuevo con lo antiguo; la ola de la transición. La pereza disfrazada de sensatez y de cautela.

Ya he pasado mi primera noche y mi primer día en Londres. No he tenido que sufrir ninguno de los atascos ni de las paradas londinenses; lo cual no significa que no existan, sino que, de vez en cuando, Londres sopla a favor de los que se atreven a posarse sobre ella. He pasado un poco de frío y bastante calor. Me he hecho una tarjeta del metro de un mes. He corrido del aeropuerto a casa y luego de casa al aeropuerto y, otra vez, del aeropuerto a casa. He seguido el preciso mapa que hizo Inés de la zona (parece que hubiera estado aquí tres años y no tres días…). He firmado el contrato de arrendamiento. He tenido una entrevista informal de trabajo que podría dar lugar a un trabajo a partir del día 1 de septiembre. Y todo ello yendo de un lado a otro andando, corriendo, en metro y en autobús…

¿Quién decía que en una ciudad grande no se podían hacer más de dos cosas en un día?

La verdad es que estoy cansado y algo morriñoso. Tengo la espalda crujida de ir cargado en la ruta Luton-Casa-Luton-Casa y dormir en una cama que no es la mía. Y tengo muchas muchas muchas ganas de ver a Inés y a Byroncito. A los demás también me gustaría veros, pero es lógico que el primer día eche de menos a mi pequeña familia… Sobre todo porque al pequeñito no le voy a ver en un tiempo indefinido, pero largo.

Lo que os decía…, que Londres no es lo difícil; lo difícil es el resto.