PRIMERA QUEDADA EN CASA

Ya habíamos quedado alguna otra vez con amigos de Inés. También quedamos un día con unos amigos de Daniella, y, por supuesto, hemos salido con todas las visitas. Pero la cena de ayer en casa me sentó como si fuera la primera vez que rompemos la barrera de la integración social...

Ciertamente, puede ser considerada una integración fracasada ya que, de las tres invitadas originales ("las chicas del tren", con las que me vuelvo o volvía a casa todos los días), sólo una apareció. De las otras dos, una es muy muy rara y no se molestó en dar una excusa para no venir, y la otra puso una excusa muy creativa.

La disculpa era una "cata de vinos". En realidad fue la disculpa que estaba buscando para poder quedar haciendo que sonara casual ya que un día una de mis compis dijo que hacía muchísimo tiempo que no hacía una cata de vinos... ¿Una manera refinada de decir botellón? Puede ser. Pero estos ingleses, a veces, son tan excéntricos como los pintan.

El caso es que al final apareció Stevie (que es una chica...) y su marío, Tim, junto con Wilson (un compi brasileiro de Inés), Jose (otro compañero de Inés) y el novio de este último (no me quedé con su nombre, pero era sudafricano).

Estuvo súper guay. Y, a mí me sentó como si ya fuéramos un poco más londoneers…