Sunday, June 24, 2007

Cuesta creerlo, pero hace un año estábamos en la recta final de nuestra partida hacia Londres, sin tener absolutamente ni idea de lo que nos deparaba el futuro. Entonces pocos, muy pocos nos apoyaron en nuestra decisión (esto no lo digo como crítica, por supuesto) y ahora pocos dudan de que venirse fue una gran decisión. He vuelto a Madrid muchas más veces de las que planeé, y lo cierto es que cada vez que me montaba en el avión hacia Londres pensaba…, “qué bien, de vuelta a casa…”.

Mi casa está en Londres, con Inés. Como antes lo estaba en Santa María de la Cabeza, con Inés. Y eso también me cuesta creerlo. Me acuerdo con perfecta claridad de la vez que nos re-encontramos y nos preguntó… “¿estáis enamorados?”. Como cambiaría mi vida a partir de ese momento…

Mi jefe ha presentado su baja voluntaria, lo que significa que yo ocuparé su puesto. De todo esto, lo que más ilusión me hace es la nueva retribución económica. Ser jefe o no me da un poco igual, y casi preferiría tener por encima un tipo que supiera más que yo. En cualquier caso, mi jefe es un inepto y, como dicen en “Algunos hombres buenos”, debió faltar a clase el día que daban Derecho.

He solicitado y me han admitido – provisionalmente y a falta de obtener una determinada nota en el TOEFL – en un Master en Derecho del Deporte. Es un curso ideal para alguien como yo, que todavía no sé lo que es el “Dream Team” y que regalé un balón firmado por los jugadores del Madrid… Pero me apetece muchísimo y estoy seguro de que lo sacaré mucho provecho de hacerlo. El año que viene por estas fechas estaré de exámenes…

Sigo sin tener amigos, por lo menos no de los de quedar… En el PP conocí a algunos chavales majos, pero por alguna razón no les parecí interesante (no sé si por las dos borracheras que me cogí en las dos quedadas, porque estuve hablando mucho tiempo con la mujer del jefe, porque estoy casado y no intereso para presentarme tías, o simplemente porque hablo de política…). En el despacho la gente no queda. Casi no hay tíos y con el que me llevo bien, no lo hago tanto como para quedar, y con las tías que me llevo bien la relación no es tan cercana como para quedar…

En general, sigo pensando, y esto no lo he modificado pese a mis tiempos en Irlanda y ahora en Inglaterra, que los españoles en el exterior tienen dos características: o son unos trepas de cuidado, o son una gente genial. En Irlanda había de los dos y de hecho mis mejores amigos (más bien, amigas) de los últimos tiempos los hice allí. En Inglaterra de momento he conocido más de los de los trepas, pero sólo llevamos un año…

Gracias y a pesar de todo, sigo con la misma idea de que nuestro futuro está aquí, a salvo imprevistos, y que tenemos mucho por hacer…