Sunday, June 10, 2007

Londres

El Alcalde de Londres, que en realidad es una figura decorativa sin poderes reales, insiste en decirnos a todos los que vivimos aquí que nos sintamos londinenses. Creo que eso es un alegato a los habitantes de esta ciudad para que la vean como lo que, en general, no la ven: su casa.

Los londinenses, los que tienen vocación de ello y los que no, tienen una sensación de transición y de paso que posiblementen no tengan los edimburgueses o las gentes de Surrey. Y luego entra en juego el cómo vive la gente la transición. En general, en la mayor parte de los barrios, la foma de actuar es: "vivo con lo mínimo, no me importa una mierda si las cosas están limpias o no, y me largo en cuanto pueda". Y así tienes un metro lleno de periódicos por el suelo, restos de la comida rápida de turno de un viajero probablemente muy anterior, botellas de plástico vacías haciéndose el vagón arriba y abajo. Luego tienes calles con bolsas de basura sacada y nunca recogida, desperdicios de todo tipo por el suelo, y unas aceras gris oscuro de no haberse lavado nunca con agua si no es por la lluvia.

A tener Londres así, contibuye la dejadez de las autoridades encargadas, pero sobre todo la actitud de las gentes que viven aquí. Hay barrios como Angel, o Crouch End - a donde vamos nosotros - donde el número de personas que tiran las cosas al suelo es muchísimo menor, ergo las calles están más limpias... Y no se trata de barrios ricos o pobres: Chelsea es muy limpio, pero Baker Street, está bastante sucio. Se trata de la actitud de los vecinos de cada barrio.

Yo creo que la vida en Londres te puede resultar muy miserable o muy agradable. Te puedes buscar una solución habitacional casi gratuita y te puedes conseguir un trabajo basura cualquiera, para que ello te permita hacer "lo que realmente quieres", y perderte en el camino, o puedes luchar por estar de la forma más feliz posible aunque eso te lleve un poco más de tiempo de tus proyectos... Nosotros también hemos llegado sin nada: con deudas y sin trabajo. Y creo que la clave de nuestra mejora ha sido que, al tiempo que hemos perseguido un objetivo, no hemos sacrificado todo lo demás.

Londres, desafortunadamente para ellos y para ella, está llena de los primeros.