Saturday, August 25, 2007

The pursuit of happyness

Ayer me vi una película súper angustiosa... La peli va sobre las agonías de un padre para salir del hoyo en unos años tan difíciles como los primeros ochenta. Esos años que Ronald Reagan y Margaret Thatcher supieron remontar, lo cual todavía no les perdona la izquierda..., pero NO, esto no va de política....

Al final te cuentan como el señor no sólo salió de una pobreza que le hizo dormir en la calle y en albergues, sino que llegó a ser multimillonario. En otras palabras... "el sueño americano": no importa quién seas o cuales sean tus circunstancias porque, si trabajas duro, podrás hacerte multimillonario.

Ese sueño, es totalmente opuesto al sueño español de alpargata: no importa quién seas o cuáles sean tus circunstancias porque, las oportunidades de pegar el pelotazo se encuentran en lugar más inesperado.

En Marbella hay una calle que se llama "The gold mile". No se llama "la milla de oro" o "o el kilómetro oro". Se llama "The gold mile" por la probable razón de que todos los que allí "desarrollaron" suelo, pensaron que eso era la mina de oro que siempre habían estado buscando para pegar el pelotazo. Porque, ni Marbella es más rica ahora como ciudad, ni Málaga es una provincia más desarrollada, ni Andalucía ha dejado de ser la región española más atrasada. En definitiva, los que allí se hicieron ricos - hecho aislado que puede parecer admirable -, sino que lo hicieron a costa del desarrollo sostenido de la zona.

Hoy en día todos los ingleses piensan (o saben) que comprar suelo en España es como comprar una parcela en el mar: ni tienes garantías de que sea tuya legalmente, ni tienes posibilidad de usuarla.

Y todo eso de quién es culpa? De todos aquellos que desde políticos hasta pequeños propietarios pasando por los promotores - que vieron la oportunidad de pegar el pelotazo a base de construir donde fuera y como fuera y cobrar a los extranjeros todo lo que estuvieran dispuestos a pagar. Y no sólo en Marbella, claro, sino en toda la costa española que se ha echado a perder porque ahí todo el mundo quería "cobrar su parte".

Los españoles no aprovechamos las oportunidades para desarrollarnos, sino para pegar pelotazos. Por ejemplo, aquel escándalo del lino. En realidad no hubo corrupción ninguna, sino que los agricultores cambiaron sus cultivos a los del lino porque la UE estaba pagando a aquellos que tenían plantaciones de lino para que dejaran de tenerlas...

Por eso, cuando el sector al que se ha movilizado masivamente la población activa entra en crisis, todos jodidos. No sólo eso, luego encima pretenden que su error se lo pague el "Sr. Estado", que es el que paga todos los rotos y los descosidos...

Así nos va.