Sunday, January 06, 2008

Lega-lega-legalización


Estoy leyendo unos cuantos artículos sobre el tema del dopaje en el deporte -concretamente, a favor de legalizar el dopaje - y, habiéndome convencido de sus verdades, me ha dado por pensar si esos argumentos no son predicables de las drogas en general.

El primero es que el dopaje, de cara al deportista, contrae más beneficios que riesgos. Frente al posible riesgo en la salud y de ser pillado, las ganacias que se obtienen siendo un deportista de élite son mayores. En las drogas en general ese argumento es todavía mayor... En primer lugar, porque en muchos países no es ilegal consumir, sino traficar. El único perjuicio posible de consumir es en la salud, y eso no aleja de las drogas a nadie o casi nadie ya que el tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas se siguen consumiento pese a todas las alertas. En cuanto al traficante, el beneficio económico del negocio es tan alto que el riesgo de ir a la cárcel lo hace parecer aceptable.


El segundo es que cuando el dopaje es legal, se pueden controlar mejor las condiciones en que se consume y la sustancia que se consume para hacerlo saludable al deportista... Ese argumento es ideal para las drogas... Si las drogas son legales, entonces se pueden limitar los componentes más nocivos y además se pueden recomendar dosis máximas para evitar el consumo más perjudicial.


El tercer argumento es que si se permite el dopaje, entonces el deportista elige responsablemente hacerlo o no, consciente de los riesgos. Nuevamente, en el caso de las otras drogas, cada ciudadano elegiría libremente drogarse o no - lo cual ya se hace, de hecho - y se le podría dar una información mucho más completa.


Un argumento adicional a favor de las drogas - que no he leído del dopaje - es que si se legalizan, entonces el Estado puede cobrar impuestos por ello. De esta manera, se pueden financiar las consecuencias del consumo de drogas, que ahora se pagan de todas maneras, pero sin compensación por parte de los consumidores. Si además de esto, todo el dinero que ahora se dedica a combatir el tráfico de drogas, y sus consecuencias (delicos con origen en las drogas) se puede centrar en otros cometidos, se está dando una mayor eficiencia al dinero público. Aún más, al dejar de ser un negocio ilegal, todos los perjuicios que tienen en la economía la existencia de una economía sumergida tan importante, desaparecen.


Por último, el temor a que la gente acuda a las drogas masivamente como consecuencia de la legalización es dudoso, ya que al igual que con el alcohol durante la prohibición en Estados Unidos y las drogas en Holanda, los ciudadanos se sienten mucho más atraídos hacia el consumo de lo ilegal que hacia lo legal. El juego es ilegal en muchos países. ¿Supone eso que se consigue que la gente no juegue? No. Lo que consiguen es que la gente juegue de forma ilegal y por lo tanto convirtiéndolo en algo susceptible de relacionarse con otras actividades mucho más peligrosas.


En definitiva, partiendo de la base de que el consumo de drogas existe, va a existir y es imparable, es mejor que el estado pueda controlarlo desde la legalización, poder financiar las políticas de disuasión y, en última instancia, lograr que se consuman drogas en las mejores circunstancias posibles.


Legalización no significa recomendar o animar a nadie a hacer nada. El alcohol, el tabaco y el juego son legales en casi toda Europa y nadie en su sano juicio piensa que es que los estados recomiendan a la gente ni beber alcohol - aunque los gobernantes promuevan el consumo moderado del alcohol de su zona -, ni fumar ni apostar.


Pero la prohibición es algo que se tiene que destinar a lo realmente pernicioso para la sociedad en su conjunto. Lo demás, es moralidad y sobre eso ni pueden ni deben regular los políticos... Para eso está la sociedad, no el Parlamento.

Por cierto, si todavía no has participado en el I premio ESPE a miss/mr gato madrileño, mira más abajo las bases...