Monday, October 06, 2008



En estos días de preocupación por el calentamiento global, de los efectos de la reducción de áreas vitales para los animales, de avance de las ciudades, yo me pregunto por qué no se proponen más medidas para no aumentar la población, que en el fondo es lo que causa todo lo demás.

El hombre es el único animal que no puede vivir en la Naturaleza. Es el único que transforma el medio haciéndolo prácticamente imposible para todos los demás. Es el único que genera tantos residuos. El único que necesita tanta energía para desarrollar sus actividades.

Los hombres se sienten superiores a los animales, pero la superioridad es un valor muy relativo. ¿Qué tiene de sofisticado el aburrimiento, la insatisfacción, la violencia gratuita? ¿Por qué es superior un hombre que necesita ocio constante que un cerdo que duerme veinte horas al día? ¿Por qué es superior el hombre con rencor que un pato que olvida al instante?

Yo soy hombre y como tal disfruto y padezco sus consecuencias. Pero cuando voy los domingos a la granja no tengo la osadía de sentirme mejor que cualquiera de los animales que cuido. Eso no significa que en una situación de vida o muerte vaya a dar prioridad a un animal sobre mí, pero, ¿la daría a otra persona? ¿Por qué no puedo querer a Byron más que a muchas personas? Si estuviéramos en un barco hundiéndose, ¿por qué habría de salvar antes a una persona que a Byron?

Me ha venido a la cabeza la receta de Siniestro Total, ese gran grupo de los ochenta.