Thursday, November 20, 2008

Hoy se podía leer en el Times que cada semana mueren cuatro niños, menores de 2 años, por causa de abuso o abandono de sus padres. No estamos hablando de estadísticas del 3er mundo. Tampoco de casos sobre los que no ha habido control o conocimiento. Son casos como el del “Bebé P” que están bajo la supervisión de los servicios sociales de esta isla. No sólo eso, sólo el 20% de los casos estudiados se consideran como llevados adecuadamente.

En otras palabras, que hay un 80% de casos en los que los servicios sociales han actuado de forma negligente. Aún más, quien hacía el informe destaca el importante avance.

Creo que es imposible imaginar la magnitud de la noticia primero porque no es más que un dato. Segundo porque es un dato ofrecido en un blog. Pero en realidad es una situación imposible de entender en un país del G-7.

Decía hace unos días que lo extraño es que no murieran más niños y hoy he visto desmentida mi ilusión.

Los niños mueren mientras que los servicios sociales se dedican a poner en práctica esas súper teorías pedagógicas que enseñan que “reinserción = número ilimitado de oportunidades”.
Cuando una sociedad no puede defender a sus víctimas, sino que se dedica a sostener a sus verdugos, esa sociedad está condenada a desaparecer.