Monday, December 08, 2008

Me gusta leer a la gente que piensa distinto que yo, especialmente los más radicales, porque tengo una curiosidad insaciable por saber cómo explican la realidad que a mí se me antoja inexcusable.

Por ejemplo, cuando el actor Rubianes dijo aquello de “me suda la polla España” y que había que meterse España por el culo y le colgasen los cojones… (o algo así) y luego acude a los Juzgados y dice que había que entender sus palabras en un contexto porque él es un actor. En otras palabras, que para dar espectáculo, a veces hay que decir cosas que no se piensan (¿?).

Hoy, leyendo que Tardá, de la Asamblea de Cataluña, ha dicho que cuando dijo “muera el Borbón” no se estaba refiriendo a los Borbones, sino a una clama anti-monárquica y que quien no lo entendiese así, “no era bienintencionado” (y anti-catalán, cabría decir); justo lo que no es Bono, que ha sabido entender perfectamente el contexto de las palabras.

Ante esa cobardía tan descarada, me pregunto qué dicen las bases. ¿Qué dice el público del programa de la TV3 que reía la gracia de los cojones de Rubianes?, ¿qué piensa el votante de ERC cuando oye desdecirse de sus palabras a Tardá?

Decía Pío Moa que para combatir el nacionalismo la racionalidad no sirve de nada porque no se está ante una ideología intelectual, sino sentimental. Sostenía Moa que por eso los argumentos históricos no servían de nada contra las falsedades históricas.

Es curioso, teniendo en cuenta la memoria histórica que tienen estos tíos (que si Jiménez Losantos era comunista…; que si Pío Moa era del Grapo…), lo fácil que se olvidan de lo que dijeron en el momento en el que les ponen delante de la autoridad. No Sr. Juez, no me entienda mal, lo que yo quería decir es lo que diría un desalmado de esos…, estaba… haciendo parodia… Y luego vuelven tan contentos con su grupo a seguir jugando al nacionalista.