Saturday, February 07, 2009

El otro día leía el Blog de Sánchez Dragó en el que habla de su sensación de frustración cuando vuelve a España y yo me sentía totalmente identificado.

No es que fuera de España la gente sea mejor, es simplemente que no hay tanta envidia. En España hay un conservadurismo atroz. No en lo político, no en lo cultural, sino en la actitud. A los españoles les gusta tener la seguridad de que lo que las cosas van a seguir como hasta ahora, pase lo que pase. Y cada cambio se acepta con la esperanza de que sea el último cambio y que a partir de ahí todo se mantenga.

En España se llama “chaquetero” al que cambia de idea. Advenedizo al que se une a una tendencia. Se recuerda el pasado de los personajes públicos para que se avergüencen de haber cambiado de postura.

Las instituciones públicas como la universidad está llena de dinosaurios que validan eso de “si lo sabes lo haces y si no lo enseñas”. Los partidos políticos se dedican a mirarse el ombligo e intentar acuchillarse los unos a los otros en lugar hablar de lo que importa. Los sindicatos están representados por personas que dejaron de trabajar cuando se hicieron sindicalistas. Los cineastas no saben lo que es competir en el mercado libre.

España tiene déficit democrático, con jueces que hacen política, una justicia colapsada, con unos políticos profesionales de la política que tienen miedo de perder el puesto, con un gobierno que no da explicaciones.

Y todo eso acompañado de una economía rígida, aladrillada, erigida sobre pisos en la costa, sobre horas interminables en los trabajos, sobre sueldos congelados desde antes de la entrada del euro, sobre miedo al paro, al terrorismo, a la marginación social.

Pero de todo esto no se habla. Porque cuando se comenta, la envidia, la inseguridad y el conservadurismo intrínseco a la cultura de España, regurgita y articula defensas absurdas de la cultura de España; “en España se vive mejor”, “España es diferente” o, simplemente “fascista”.

Cómo me alegro de haberme ido, dos veces, de mi querida España.