Wednesday, April 29, 2009

No consigo entender la falta de consideración a la vida de los animales que hay en muchos lugares en España. He leído casos de ayuntamientos que incluyen en los presupuestos anuales el pago de la multa que les va a caer por organizar actividades de crueldad con animales. Por ejemplo un pueblo en el que sueltan unas ocas o unos patos y la gente los acaba despedazando vivos. Recuerdo el caso de un pueblo en el que ataban a una oca del cuello y la colgaban alto y la gente tenía que saltar y romperle el cuello. Me contaron una vez de un toro al que tuvieron que matar de un tiro porque unos enajenados le estaban arrancando las orejas, el rabo… Un vez oí que en un pueblo en el que se había prohibido tirar del campanario a una cabra, como todos los años, decidieron tirar una vaquilla en señal de protesta. Y eso sin contar con los perros ahorcados.

se tipo de 'tradiciones' cuentan en el mejor de los casos con aquiescencia, y en el peor con participación activa. Y eso es algo que no distingue entre clases sociales, educación o formación ni tendencias políticas. Los toros, la caza, el tiro pichón, el circo, el zoo… Todas las prácticas legales de maltrato animal cuenta con partidarios o con aquellos que lo aceptan porque… 'es una tradición'.

no de los argumentos que oí una vez en favor de la 'matanza' de cerdos, era matado de la forma 'tradicional', el cerdo sabía mejor. Me cuenta una amiga que existe una creencia parecida en Corea. Al parecer, allí la carne de perro es un lujo, y piensan que si el perro está asustado, aterrorizado, entonces su carne es mejor.

Para compensar la culpa, se suele decir que el animal ha tenido una vida de lujo a cambio de morir de esa manera. Como si el animal hubiera tenido una opción; como si el animal tuviera que poner en la balanza una muerte cruel a cambio de haber sido tratado adecuadamente.

El cerdo de matanza no sabe mejor la forma de morir; saber mejor porque ha sido alimentado de forma diferente a los que han sido criados en ganadería intensiva. Y, en cualquier caso, tenga el sabor que tenga el pobre diablo, matar a un animal de esa manera es una crueldad sin paliativos.