Hace unos días decía Inés que Londres está siendo para ella como el "sueño americano". Al cabo de tres meses, se ha metido en el sector de la psicología por cuenta ajena y le han ofrecido ser supervisora en el starbucks... Inés decía: "con la cantidad de trabajos que he tenido, y NUNCA me han ofrecido ser supervisora...".

Yo, por mi parte, después de haber llegado a un callejón sin salida en mi carrera en Madrid, el miércoles hice una entrevista de trabajo en otro despacho de abogados y el jueves por la mañana me llamaron porque me habían cogido, y será mi segundo trabajo en menos de cinco meses.

Es verdad, todavía no tenemos amigos, pero podemos llegar a fin de mes, hablamos un montón con nuestros amigos y familias y, sobre todo, nos apoyamos muchísimo el uno al otro. Es difícil saber "qué hubiera ocurrido si", pero yo creo que podría decir casi con total seguridad que sin Inés, esto habría sido insoportable. Hemos tenido la suerte o la disposición de estar uno siempre en disposición de poder animar al otro, y eso ha supuesto que las crisis de cada uno se hayan podido llevar muchísimo mejor.

Londres ha sido una decisión muy inteligente. No tuvo la mejor bienvenida entre los cercanos, pero al final ha demostrado ser lo mejor que podíamos haber hecho.