Monday, April 28, 2008

Estoy a punto de acabar el curso de derecho del deporte y no hay visos de encontrar trabajo en ese sector. Algunos compañeros con los que he hablado están igual. Yo creo que el curso que hice está sobrevalorado. Los contenidos son pobres, y si quieres aprender, lo que tienes que hacer es leer mucho mucho mucho sobre el tema tú, pero, al contrario que en España, el curso que hice es prácticamente lo único que hay.

Como nadie dijo que Londres estuviera hecho para los que tiran la toalla a la primera, después de una pequeña crisis de reajuste, pensé que tenía dos opciones. O, aprovechando la coyuntura Iusportera, hacía un curso de postgrado de periodismo, o quizá más sensatamente, hacía un curso de mediación y me reciclaba dentro de la profesión legal y, a ser posible, dentro del área del deporte. Aquí la profesión de abogado (solicitor) no me gusta. Y lo que es peor, me parece que es a lo que se tiende en España según nos vayamos "desarrollando" más.

Alguna vez dedicaré una entrada a explicar la profesión legal en Inglaterra, pero baste por hoy decir que tal y como he hablado con muchos Solicitors, un abogado es un gestor más que un asesor. Y a mí eso no me gusta. Si me hubiera querido hacer gestor, me hubiera quedado en España y me hubiera montado una gestoría en Tarancón, que seguro que hubiera sido una vida mucho más fácil.

Así que pensé que como mediador iba a poder dedicarme a la "litigiosidad", aunque sea en su estado alternativo.

Yo tenía decidida el lugar y la fecha para hacer el curso: mayo de 2009. El curso es carísimo y había que hacer un plan de ahorro realista. Y de repente, el viernes pasado, en un cúmulo de casualidades y circunstancias puestas de acuerdo (una persona que venía a Londres, un retraso, una equivocación en el metro y otras más), un señor empezó a hablar con mi colega y yo en el metro y hablando un poco de todo resulta que el nota era medidador y me dio los datos de una escuela en Londres que miré y me encantó porque se ajustaba a mis necesidades perfectamente.

Rehice el plan de ahorro y resulta que podré hacer el curso a finales de septiembre y para mediados de octubre, si paso los exámenes, podré ofrecer mis servicios como mediador (el curso son 40 horas, más 10 horas de examen).

Así que vuelvo a estar en la brecha. ¡Qué difícil es ser inmigrante de letras!