Saturday, April 11, 2009

Me gustaría vivir en un mundo en el que la libertad de expresión fuera una realidad. Donde lo que uno manifiesta no tuviera consecuencias más allá del acuerdo o la discrepancia. Donde se garantizase que el desacuerdo no conllevará la represalia.

Me gustaría que la sociedad tuviera menos miedo al cambio. Donde las ideas se reflexionasen. Donde la base de las estructuras sociales no se dejaran contagiar por el frentismo de sus líderes y representantes. Que las personas tuvieran el valor de ser distintas; incluso de ser iguales.

Me gustaría que pudiéramos estar de acuerdo en estar desacuerdo. Y desterrar la posibilidad de marginar a todo el que tiene una opinión contraria. Que se aprendiera a debatir, que se enseñase a argumentar sin recurrir al insulto y al 'y tú más'.

Me gustaría que los demagogos no pudieran sentir que engañan, que los tiranos supieran que se van a descubrir sus intenciones y que el público tuviese capacidad de indignación.

No aspiro a vivir en un mundo justo; sólo a que no se deje de aspirar a ello.